13 nov 2008

Last time

Desde que falleció no he escrito. Muy aparte de la flojera no quería entrar para mi "post/desahógate". Ahora escribo porque anoche recordé la última vez que la vi. Da igual si alguien lo lee o no, sólo sentí la necesidad de correr a la pc y dejar que los pensamientos y sentimientos guardados salgan...

Julio 16.-
Días previos me dijeron que estaba enferma y le habían puesto suero. Estuve visitándola y ella parecía levemente recuperada. Ese miércoles 16-VII estuvimos esperando que el doctor saliera de su habitación y nos diga qué podíamos hacer. Al salir este nos dijo que necesitaba ir urgente a emergencias pues la obstrucción intestinal se estaba complicando. Saqué las guías de teléfono y empezaron a llamar a EsSalud, pero las ambulancias estaban ocupadas. Llamaron a un familiar bombero y este envió una ambulancia. La arroparon y la pusieron en la camilla. La vi irse con los ojos cerrados y el semblante cansado. Esa noche lloré y casi no dormí.

Julio 19.-
Nunca había entrado a un hospital. Era sábado y, como supuestamente paresco mayor, me llevaron. Había mucha gente en emergencias de Angamos y las visitas debían hacerse de a uno. Mis tías pasaron primero, una a una. Luego ingresé yo. Era un cuarto grande, donde habían tantas camas como cabían; todos ancianos, lo cual hizo que sintiese un vacío en el estómago. Me acerqué a ella, le tomé la mano y le dije lo más sonriente que pude: "Abuelita, ¿cómo estas?". Estaba sin su dentadura, así era más notoria la edad que realmente tenía, ochenta. Me dijo que se sentía mejor y que recién había tomado desayuno. Mi tía se despidió de ella y luego ingresó mi primo. Al verla sus ojos se pusieron rojos, llenos de lágrimas y le dijo tomándole la mano: "abuelita, mejórate, ¿ya?". Ella le tocó la cabeza y le dijo: "Hijito, no te preocupes, yo estoy mejor". Yo tenía un nudo en la garganta y sólo dije: "Sí, Fabricio, ella está mejor". Para cambiar de tema le conté que yo había cocinado ese día y que los iba a torturar a todos con mi sazón. Luego me despedí y le dije que se mejore.

Al pasar los días la derivaron al Rebagliatti pues podría necesitar operación por la obstrucción intestinal.

Julio 25.-
Fui, por primera vez, al Rebagliatti. No me pidieron dni, lo cual me levantó el autoestima pues eso quiere decir que paresco mayor de edad [infantil, ¿no?]. El asensor estuvo repleto y se movía horrible, lo cual hizo que mi claustrofobia saliera a flote. Llegamos al piso 11 y entramos a su habitación. Se encontraban ahí mis tres tías y la sra. que cocina en casa de mi abue. La saludé con un beso en la mejilla y le pregunté cómo estaba, se le veía muy recuperada, pero agitada al hablar. Llegaron más familiares y estuvimos ahí distrayéndola un rato, conversando. Luego llegó el momento de irme pues el vigilante nos estaba botando. Me despedí de ella con otro beso y le dije que iría a verla el lunes.Esa fue la última vez que la vi.

No la vi el lunes, mi estúpido miedo a ese ascensor me detuvo. No la he vuelto a ver. Podríamos decir que la vi en el velorio, dentro del ataúd; pero esa no era mi abuelita, como dije en el post anterior, sus manos tenían el mismo color que las mías y la pálida soy yo no ella.

Días después empezamos a reflexionar que ese semblante de mejoría era un careta. Mi abuelita nunca decía que algo le dolía, nunca. El 28-VII fue cumpleaños de mi tía y, a m parecer, mi abue aparentó estar bien para que ella pudiese pasar un buen cumpleaños. Dos días después murió.

Cuando voy a su casa la siento vacía, pero, aunque me digan loca, cada vez que llego me meto a su cuarto y digo en voz baja "hola abuelita" o simplemente me quedo mirando la habitación que ahora es escritorio pues han pasado las computadoras ahí. Al despedirme pasa lo mismo, entro y me despido con un "chau abuelita".

Pensar en el día de su muerte me entristece aún, pero también me recuerda el apoyo de mis amigos: Javier, que me llamó para distraerme el mismo 30, minutos antes de recibir la llamada de mi madre diciéndome que mi abue ya estab mal; Shami, que aunque no pudo llamarme me mandó sms; Clau, que me llamó y estuvo conmigo en el velorio; Ricardo, quien me llamó en pleno velorio; Bezalel y Mariana, que aunque no podían ir me llamaron; Edith, quien también me llamó; Fernando creo que también me llamó, no lo recuerdo xDD; Alicia, a quien le di la noticia por internet pues está en España; mi twin [Carlo], que es mi primo, quien me abrazó cuando salí de llorar en el baño; pero sobre todo Susy que me llamó de EE.UU. al celular.

Pero también me recuerda una decepción que aún no pasa y que no se curará hasta que esa persona no admita que hizo mal. Si de veras quieres a alguien tines que estar en todo momento, no sólo el día que se muere el ser querido. Son en estos momentos cuando te das cuenta quiénes son tus verdaderos amigos y quiénes te quieren de verdad, pues por más que tu digas "estoy bien, no te preocupes", esa persona que te conoce bien sabe que por dentro estás devastada[o] y está ahí aunque tú no se lo pidas, y no sólo ese día sino los días siguientes, que son los más horribles.

No tengo más que decir, podría titularse Desahogo II, pero no tengo ganas cambiar el título.